I.- ESTRUCTURA DEL LIBRO
El libro, “Pensando Filosofía”, escrito en coautoría con el filósofo hondureño, Gustavo Zelaya Herrera, está organizado en cinco capítulos que tratan diversos temas de la filosofía en correlación con la importancia que tiene el saber filosófico para orientar a las personas en su proyección en el mundo. El libro posee 351 páginas, así como ilustraciones de filósofos importantes en la historia de la filosofía y un índice de nombres que figuran en el mismo. En esta oportunidad sólo nos referiremos a un capítulo del libro y dejaremos, por falta de espacio, la parte histórica, la parte de teoría del conocimiento, la parte ontológica y la parte de axiología tratadas en los cuatro capítulos restantes del libro. El texto posee, además, una guía de evaluación y control de lectura al final de cada capítulo, así como conclusiones que pueden ser discutidas con los estudiantes para aclarar dudas y responder interrogantes.
II.- METODOLOGÍA BÁSICA PARA UTILIZAR EL LIBRO COMO TEXTO
En cuanto a la metodología a seguir, se sugiere una metodología interactiva y dialógica en cada capítulo, de ese modo, especialmente el primero y el último quinto capítulo del libro, pueden ser enseñados en la medida en que los estudiantes vayan leyendo en voz alta pasajes del libro y analicen y discutan los mismos. En el primer capítulo, La Filosofía y el Saber, por ejemplo, se puede discutir si la filosofía es una ciencia o un simple saber o instrucción. Y en el capítulo quinto, La Axiología, se puede discutir si los valores son absolutos y permanentes o históricos y relativos a cada persona y situación, o ambas cosas a la vez. En el tercer capítulo, El Conocimiento, se puede discutir si la verdad existe o si hay solamente múltiples verdades relativas, o sea, que cada uno tiene su propia verdad.
Además, para el resto de los capítulos, especialmente el capítulo dos acerca de la Historia de la Filosofía se pueden debatir las posturas de los distintos filósofos y extraer sus diferencias y sus características comunes para observar la continuidad de la problemática filosófica en la historia de la filosofía. En el capítulo tres sobre el Conocimiento y el capítulo cuarto sobre el Mundo, se recomienda organizar a los estudiantes en grupos de trabajo para que expongan algunos de los temas allí tratados como el problema del método científico y el problema de las posturas del constructivismo radical; así como la necesidad de un mundo habitable para todos; las características de la realidad virtual y el proyecto de vida.
Respecto a este último problema del proyecto de vida tratado en el capítulo cuarto, El Mundo, éste se adapta muy bien para que los estudiantes escriban un pequeño ensayo sobre la necesidad de tener fines y objetivos en la vida resumidos en un proyecto que nos dé bases para organizar y planificar nuestras actividades cotidianas y laborales.
También, se puede usar el método de desglose de los capítulos, en la medida en que se plantean interrogantes a cada capítulo para que sean respondidas por los estudiantes. Esas preguntas pueden ser las siguientes:
- ¿Qué es lo nuevo que aprendieron los estudiantes de este capítulo?
- ¿Qué aporta el capítulo al conocimiento en general y por qué es importante?
- ¿Puede aplicar el estudiante este conocimiento en su vida cotidiana?
- ¿Qué es lo que el libro debería ampliar más y cómo puede el docente con explicaciones adicionales suplir estas carencias?
III- LA FILOSOFÍA COMO CIENCIA: DEBATE Y DISCUSIÓN
El primer capítulo del libro se titula: “Saber y filosofía” y su mayor aporte, quizás sea, el fundamentar a la filosofía como una ciencia y no como un simple discurso, una ideología, un saber cualquiera, una opinión o una simple narración. La filosofía no es solo un saber sino una ciencia porque no es un conjunto de pensamientos sin sentido, o unos chismes provenientes del saber del sentido común cuando este último es negativo y destructivo. La filosofía no es un simple saber porque constituye y exige un conocimiento fundamentado lógica, científica y conceptualmente, tanto formal como dialéctica, que trabaja en base a ciertos conceptos, categorías y juicios rigurosamente seleccionados y argumentados y sujetos a continua revisión metódica y escrutinio lógico deductivo en base a las exigencias que va presentando la historia a los seres humanos.
En este primer capítulo, se establece que la filosofía es una ciencia porque posee su propio objeto de estudio, sus propios métodos y sus fines, siendo un saber ontológicamente fundamentado que enseña a pensar dialogadamente o en diálogo, tanto con uno mismo como con las demás personas. Pero, además, enseña a pensar científicamente en base a interacciones y relaciones cognitivas y prácticas, con la finalidad de que el sujeto humano encuentre un sentido a la vida y un lugar en el mundo, sin menoscabo de su dignidad humana. Por eso decimos que la filosofía es la ciencia del pensamiento dialogado y la reflexión crítica para la defensa de la dignidad humana con justicia, conocimiento y valores relacionales, porque de lo que se trata es, ante todo, de mejorar las relaciones humanas y la comunicación de las personas consigo mismas y con los demás.
Como decimos en el libro, lo importante es el preguntarse y preguntar acerca de la estructura del ser, el mundo, la naturaleza, la historia y la sociedad con el objetivo final de poder crear un saber filosófico estratégico que nos sirva en la vida cotidiana, es decir, que nos proporcione el conocimiento para saber qué tenemos que hacer en cada situación. Por eso, la filosofía es una ciencia universal de interacciones e interrelaciones estratégicas desde una inteligencia optimista y positiva que tiene siempre por finalidad ayudar a resolver los problemas y conflictos y no, necesariamente, a crearlos. Es una ciencia, por decirlo así, colaborativa y relacional que trabaja interdisciplinariamente con el resto de los saberes y disciplinas científicos, pero también con el sentido común positivo del pueblo.
Otro de los aportes de este primer capítulo es la determinación de que existen conclusiones absolutas en el pensamiento humano que han devenido ya un patrimonio histórico universal. Estas conclusiones absolutas no significan que el conocimiento sea algo ya acabado, sino que la humanidad ha llegado en su evolución a determinar ciertos ideales que se pueden considerar permanentes y perpetuos. Por ejemplo, los siguientes enumerados, sobre todo, en la pág. 5:
- El mundo es uno e indivisible porque todo está relacionado con todo.
- La materia es una combinación particular de elementos.
- Los seres vivos evolucionan y crecen hacia estadios superiores.
- Los seres humanos son fines y nunca medios.
- Es mejor la paz que la guerra y la violencia.
Además, de lo anterior, en dicho capítulo, en la pág. 7, se realiza una especificación acerca de que el principal objetivo de la filosofía es la búsqueda y la defensa de la verdad. Esto es sumamente importante porque nos determina que la verdad es un intento del ser humano por encontrar la forma de distinguir la realidad de la ficción, lo verdadero del engaño, el fraude o la mentira, lo valioso de lo que no es razonable, etc. En este sentido, decimos en el libro, que la filosofía como reflexión acerca de la verdad es una relación irrenunciable, porque define a la verdad como el camino de ida y vuelta entre lo que el ser humano capta y refleja de la realidad y la forma de comprobar que esa captación y reflejo se acerca al contenido esencial de la realidad y no solamente a sus formas o apariencias.
La verdad es la concordancia entre el pensamiento con la realidad objetiva y se comprueba en la práctica o praxis humana. La filosofía es, así entendida, la ciencia de la búsqueda aproximada de lo esencial del mundo para encontrar una verdad que no sea solamente útil y provechosa en la vida individual de cada persona, sino que nos pueda llevar a unirnos en un destino común de evolución progresiva de la humanidad en la historia. Por eso, la verdad no es destructiva ni implica destrucción o agresión a los demás y su patrimonio o bienes, sino un impulso, cognitivo y práctico, para conocer más profundamente la historia, la naturaleza, la sociedad y el ser. Desde esta perspectiva, la filosofía exige colaboración con y de las demás ciencias y disciplinas científicas para encontrar la verdad en el progreso histórico y comprometer a cada individuo con el progreso histórico verdadero de la Humanidad.
Es en memoria de Sócrates, Séneca, Galileo Galilei, Giordano Bruno, Tomás Moro, Walter Benjamin, Ignacio Ellacuría y tantos otros filósofos discriminados y asesinados en la historia regresiva de la Humanidad, que ahora decimos que: Iremos de individuo en individuo contra todo aquél o aquella que se oponga al progreso evolutivo de la sociedad y no quiera arriesgarse por la defensa del Bien o el Bien Común en verdad. Iremos también y, especialmente, contra todos los que dejan malos recuerdos en los demás, como aquellos docentes y orientadores que dejan malos recuerdos en sus alumnos y aquellos estudiantes que dejan malos recuerdos en sus profesores. Ello, porque la filosofía es una ciencia del discurso y discurso de la ciencia que se arriesga hasta el final.
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