Ética Pedagógica Universal

El título de este ensayo me hace recordar que mis primos por parte paterna, Héctor Longino Becerra Lanza, hoy viceministro de Derechos Humanos y su hermana, la poeta, Rebeca Becerra Lanza, me dijeron que “nosotros escribíamos sobre Ética pero que, en realidad, éramos unos corruptos, especialmente el maquillador de mi padre, Longino Becerra”. Héctor Longino se hace pasar por el autor de la novela Cuando las tarántulas atacan, de mi padre.

Su otra hermana Nora Becerra Lanza me dijo que “a mí nadie me soporta a pesar de todos mis títulos” y su otro hermano, Roberto Becerra Lanza, me señaló con odio que “mis hermanos son unos autistas incapacitados”.

Mi prima por parte paterna, Lizzi del Carmen Becerra Peralta, vino de Panamá a decirnos a mi esposo y a mí que “los panameños son más vivos, listos y rápidos que los hondureños” y que ella es “una mujer muy práctica y de acción”. Su madre, la panameña, Nercy Peralta, casi me delata como persona de izquierda moderada con los soldados norteamericanos en mi visita al Canal de Panamá, mientras comentaba que “en Honduras no tienen moles tan grandes como aquí en Panamá”. Como vemos los tentáculos del ultraizquierdismo también han invadido mi familia, algo que yo desconocía por completo, y le estoy muy agradecida a mi primo por parte paterna, Lermontov Becerra Pejuán, guerrillero en El Salvador y Nicaragua, por haberme alertado acerca de este monstruoso flagelo, aunque su forma de hacerlo no fue la más adecuada, alerta que recibí también por parte de la filósofa boliviana, Galia Domic en Berlín, en la República Democrática Alemana.

Se me quedaban algunos recuerdos de elementos negativos del Departamento de Filosofía como el estudiante German Salinas del FUD, quien me llamó de manera anónima y amenazante a mi casa para decirme que “hoy es el día”. Tengo buen oído y reconocí su voz. También está el meticuloso catedrático David Villalobos que evita siempre meterse en problemas y que se burló de mi tesis histórica de la dialéctica entre continuidad y discontinuidad.

Del Partido Comunista de Honduras, tenemos a Sonia Zelaya de Umanzor, hija del ex rector del PCH, Cecilio Zelaya, la que, al pedirle yo que por favor fuera a traer a mi esposo al aeropuerto de San Pedro Sula para que también pernoctase en su casa, me dijo: “sí claro, a ver si le gusta”.

De la Universidad Tecnológica Centroamericana (UNITEC) recuerdo la forma tenebrosa en que nos controlaban a los profesores y la atmósfera amenazante que mantenía la rectora de origen chino, Leticia Matay, en la persona de Lester López con sus lacayas Clementina Raudales y Leda Chávez.

Respecto a mi experiencia como docente de la Universidad Pedagógica Nacional “Francisco Morazán” (UPNFM) recuerdo especialmente a la docente de filosofía, María de la Cruz David, la que llamó a mi casa un domingo para decirme expresamente que los estudiantes de la Pedagógica le habían dicho que “no les pusieran a esas vergas de doctoras” refiriéndose a María Talavera y a mi persona. Esta señora fue alumna mía en la Maestría de Investigación Educativa de la UPN y trató de intimidarme al hacer referencia en clase al “orgasmo virtual”. Es una mujer vulgar, superficial y para nada sublime.

De Celfa Idalisis Bueso, casada con un hombre negro, recuerdo que se avergonzó de presentarme a sus hijos mulatos y a su esposo, cuando la saludé en una de las tiendas Carrión, al frente de la sede del partido Liberal. Con Celfa fuimos compañeras en el IDA y ella se drogaba y dejaba manosear por Tony Rodríguez y otras como Arcadia, alias “Cayita”.

También recuerdo mi paso por la Maestría de Derechos Humanos, en la que Gloria Lara me puso a dar clases a un grupo conflictivo que intentó quitarme mi reputación y prestigio como docente. Luego, la mayoría de estos estudiantes no se graduaron porque no aprendieron cómo escribir una tesis y la Maestría fue cerrada por la institución internacional que la financiaba.

Con la ex rectora de la UPN, Lea Azucena Cruz, recuerdo que me invitó a organizar un curso de formación de docentes para, como ella me dijo, “poner a trabajar a estos docentes irresponsables y haraganes”. Yo elaboré una concepción de formación docente muy completa y luego ella no la aceptó alegando que los docentes ya no estaban interesados. Lo mismo me ocurrió con el actual ministro de Educación, Daniel Sponda, al que le envié una propuesta y nunca recibí respuesta.

Y, con el filósofo Renán Rápalo, experto en Estadística, tuvimos discrepancias porque me dijo aún a sabiendas de que yo no tenía empleo que, “debería sacar un préstamo para comprarme un carro”. Con el doctor en Educación graduado en Argentina, Soleno y su esposa argentina, nos distanciamos porque se burló con los estudiantes de mi libro “Educación Integrativo-Reconstructiva” y me dijo que “vestía como viejita”, porque su esposa usa minifalda con las que enseña sus piernas llenas de celulitis. También Soleno me dijo “que le diera café” al presentarme yo ante el para pedirle empleo con un traje de cuadritos café claro y negro.

Llamé a Juan Antonio Durón, vicerrector académico ya fallecido, para pedirle que pusiera un libro mío de texto en la UPN, y me respondió por teléfono que “en este momento estoy en la cama así que podemos hablar al respecto”. No lo volví a ver más. También hizo un comentario acerca de si yo “conocía la génesis de mi propio libro “Filosofía e Historia”, algo que no entendí.

Y, finalmente, respecto a mis experiencias con ultraizquierdistas radicales y agentes internacionales en la República Democrática Alemana, debido al libertinaje sexual promiscuo que allí reinaba, conocí a la ecuatoriana Jacqueline Villagómez Reinel, que consiguió de todo, desde privilegios de habitación en el internado, buenas notas hasta el premio Carlos Marx por dar sus favores sexuales a diestra y siniestra. Esta “camarada” era una ninfómana que me acosó durante todos mis años de estudio, también estudiaba Filosofía, y, quería corromperme para que yo también me acostara con cualquiera. Se empeñó, junto a otras ecuatorianas corruptas, en adivinar cuál era mi punto erótico, creyendo ella que solo pienso en tetas. Muchas mujeres, con tetas grandes, quisieron intimidarme, sin conseguirlo. Jacqueline se metía con hombres casados y actualmente es profesora de un colegio de secundaria en Los Angeles, California. No imagino en qué condiciones éticas enseña.

Por último, está el famoso sociólogo Clodomir Santos de Morais, que en ese entonces estudiaba su doctorado en sociología junto a su mujer Celia, de origen campesino y sus hijos. Al contarme él que con Celia habían transportado armas en la selva brasileña, yo le respondí que todos debíamos ser educados y necesitábamos formación. Se quejó conmigo de ser un intelectual incomprendido por su campesina mujer y yo le dije que en un matrimonio la responsabilidad por los problemas que se tengan es de la pareja y no solamente de uno solo. Esto le molestó mucho. Después de esto, Clodomir y Celia me invitaron a visitarles a su casa en Rostock y viajé desde Berlín, sin sospechar el trato que me darían. Llegué a la hora de la cena y sólo me sirvieron una rebanada de queso gouda mientras ellos comían un gran estofado de carne con arroz. Yo me comí mi queso y me fui a acostar. Al día siguiente, regresé a Berlin un poco triste.

Luego, me volví a encontrar con Clodomir en Alemania Federal y me contó que Celia había fallecido, y que el se había vuelto a casar con Jacinta Pereyra, con la que había fundado una ONG llamada Iatermund, dedicada a la orientación campesina. En esa oportunidad me quiso utilizar para que le consiguiera contribuciones económicas óptimas para su ONG. Yo no le hice caso y se molestó mucho.

Me llamó luego por teléfono, ya estando yo en Honduras, y me preguntó si yo “era la mera mera”, a lo que le respondí que sí. Me dijo que quería visitarme porque ya estaba viejo y le estaban cantando Las Golondrinas, y porque quería disculparse de lo sucedido en Rostock, a lo que yo acepté solo formalmente, porque lo dejé plantado y cuando vino a mi casa tuvo que hablar con mi padre. Luego, murió.

Y, creo que finalmente, he llegado a terminar mis aventuras con la ultraizquierda y la ultraderecha de las que he aprendido que son la misma cosa. No ha habido hasta ahora formación espiritual y filosófica en la izquierda ni en la derecha, algo que sigue pendiente.

¡Feliz día internacional de la mujer!

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Categorizado como Filosofía

Por Irma Becerra

Soy escritora e investigadora independiente hondureña. Me he doctorado en Filosofía con especializaciones en sociología del conocimiento y política social. He escrito once libros y numerosos ensayos sobre filosofía, sociología, educación, cultura y ética. Me interesa el libre debate y la discusión amplia, sincera y transparente. Pienso positivamente y construyo formación ciudadana para fortalecer la autoconciencia de las personas y su autoestima.

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