Forjando la Unidad Mundial del Centro Político

De lo que se trata verdaderamente en el momento actual es de unir a la izquierda honesta mundial con la socialdemocracia y las tendencias más moderadas de la derecha para crear la Coalición Mundial del Centro en su 5ª. Internacional. Ello, al margen de los radicales extremistas de derecha e izquierda para lograr un Premio Nobel que se otorgue a todas las ciencias humanas por igual, y a toda la Humanidad entera, y no solamente a una o ciertas personas.

El genio de la sociedad apuntaba Marx analizando a Proudhon, hallará la síntesis sistémica que hace falta para ganar esta contienda. Hegel y Marx-Engels plantaron la tesis y la antítesis de la filosofía del sistema socioeconómico representadas en el capitalismo. Se precisa ahora crear la gran síntesis sistémica representada de forma relacional por lo que es aún rescatable del capitalismo y las aportaciones humanistas del nuevo sistema socialista que debe surgir de las entrañas del primero: el socialismo cuántico democrático, liberal y participativo a la vez. Por una sociedad abierta y pluralista, de gobiernos y políticos incorruptibles, algo que debe ser posible ya de materializar, pues hemos esperado suficiente tiempo en la historia de la Humanidad al ejercer resistencia moral y política.

Hay varias razones para que esto sea ya posible: ¿cuáles son estas razones viables?

  1. El hoyo en la capa de ozono de la Tierra.
  2. Los gases de efecto invernadero.
  3. El cambio climático.
  4. La destrucción masiva del medio ambiente, los ecosistemas y la naturaleza de la Pachamama.
  5. La muerte masiva de las especies.
  6. El descongelamiento de los océanos en el Polo Norte y el Polo Sur con la respectiva subida del nivel del agua de los mares.
  7. La violencia destructiva del capitalismo que va en aumento acelerado.
  8. El aumento de la escasez alimentaria mundial y de agua potable: sequedad de ríos y quebradas.
  9. Las consecuencias insospechadas del uso de la nanotecnología y la inteligencia artificial.
  10. El aumento de la era de la mentira con medios de comunicación que falsean la realidad a su conveniencia e intereses personales.
  11. El aumento acelerado de la pobreza y la desigualdad, las ganancias billonarias de los ricos, la autodestrucción, la violencia sistémica y estructural, las adicciones y el tráfico de drogas y crimen organizado.
  12. El carácter mundial destructivo de las guerras actuales y el armamentismo nuclear y atómico.

Todo esto ocasionado por el virulento individualismo de un sistema socioeconómico injusto e inhumano como es el capitalismo-imperialismo-neoliberal-extractivista. Sobre ello señalaban de manera pesimista los autores Herman E. Daly y John B. Cobb, Jr., en 1993: “El individualismo de la teoría económica actual se manifiesta en el comportamiento puramente egoísta que supone en general. No tiene ningún lugar para la justicia, la malevolencia y la benevolencia, ni para la preservación de la vida humana o cualquiera otra preocupación moral. El mundo representado normalmente por la teoría económica es uno en el que todos los individuos buscan su propio bien y se muestran indiferentes al éxito o al fracaso de otros individuos ocupados en la misma actividad. No hay manera de concebir un bien colectivo, sino sólo la posibilidad de que haya un mejoramiento para algunos sin costos para otros. Incluso esta teoría de la ganancia social es posible sólo si se olvida la posición relativa junto con los sentimientos de la buena voluntad y la mala voluntad. ¡Sería difícil imaginar una abstracción más consistente del carácter social o comunal de la existencia humana real!” (Daly y Cobb, Para el bien común. Reorientando la economía hacia la comunidad, el ambiente y un futuro sostenible, Fondo de Cultura Económica, México, pág. 149). De hecho, los autores no imaginaban que una abstracción económica como la del capitalismo, pudiera ser superada por una concreción económico-social del socialismo en el siglo XXI. Y, ello ¡sí es posible! ¡Lo afirmamos con contundencia, amor y esperanza! ¡Porque las condiciones destructivas del individualismo y el egoísmo han alcanzado tal magnitud que ya no es posible conservar la vida en el planeta sin que los ricos y millonarios cedan y redistribuyan su riqueza, y si no hay un cambio radical y transformador de rumbo!

¡Atrévete a pensar relacionalmente!, es nuestra máxima neokantiana para enfrentar el irracionalismo de un tal individualismo, que Georg Lukács, intentase plasmar en su libro “El Asalto a la Razón”, aunque culpó a la filosofía y a la sociología occidental “burguesas”, desde Schelling hasta Mannheim y los neokantianos, de haber destruido la razón para crear al monstruo de Hitler. Algo, que, según él, se debía a la lentitud con que en Alemania se analizan y refieren los procesos sociales y políticos. Por eso dice Lukács, para argumentar la tesis anterior: “Por tanto, si queremos comprender el desarrollo de la filosofía irracionalista alemana, debemos tener siempre presentes, en su interdependencia, estos factores: la supeditación de la trayectoria del irracionalismo a las luchas de clases decisivas en Alemania y en el mundo, lo que entraña, naturalmente, la negación de un desarrollo “inmanente”; la unidad de los contenidos y los métodos y la continua reducción del margen para un verdadero desenvolvimiento filosófico, lo que necesariamente trae consigo la exaltación de las tendencias apologéticas y demagógicas; y, finalmente, y como consecuencia obligada de ello, el necesario, constante y rápido descenso del nivel filosófico. Sólo así podremos comprender cómo pudo llegarse, bajo Hitler, a la popularización demagógica de todos los motivos especulativos de la reacción filosófica más descarada, a la “coronación” ideológica y política del proceso de desarrollo del irracionalismo […]” (Georg Lukács, El asalto a la razón. La trayectoria del irracionalismo desde Schelling hasta Hitler, Ediciones Grijalbo: Barcelona – México, 1968, págs. 9-10).

Como vemos, Lukács niega que haya habido un desarrollo “inmanente” de la filosofía occidental, especialmente la filosofía alemana, y niega asimismo que haya habido una unidad de los contenidos y los métodos meramente filosóficos, ya que, para él, la historia de la filosofía siempre ha sido y será la trayectoria de la ideología del irracionalismo hasta Hitler. Con el método relacional, la utopía relacional de la sociología del conocimiento de Karl Mannheim, y la filosofía relacional lumínica, demostramos y demostraremos que el pensamiento filosófico no es simplemente “externo” sino un proceso inmanente de creación de ideas lógico históricas que avanzan hacia la unidad de sus propios contenidos y los métodos, para crear una gran síntesis de aportes humanísticos realizados por cada autor si los leemos en el original y no sólo a través de las ópticas de sus interpretadores. La historia de la filosofía ha sido siempre la historia natural por luchar por la defensa y la búsqueda de la verdad, por desentrañar los contenidos esenciales y fundamentales que se encuentran ocultos en la sociedad y la economía, y por ir más allá de la apariencia.

Ante lo anterior, debemos rescatar que no todo es ideología en la filosofía como ciencia, no todo el pensamiento occidental es irracional y destruye la razón humana. El método relacional, es todo lo contrario al extremismo igualmente ideológico confrontativo de Lukács, pues el primero plantea que siempre existen chispazos de humanismo y humanización en todos los filósofos por igual, y en todo el pensamiento humano en general. Esto porque el pensamiento es más que una simple invocación a los intereses personalistas, y constituye una reflexión crítica de la realidad, especialmente el pensamiento filosófico. En este sentido, el método relacional observa en cada autor un aportante al humanismo y la humanización democrática de la historia, y eleva dichos chispazos o ideas reflexivas a un nuevo nivel superior de humanización filosófica que nos pueda servir en el presente y en el futuro.

No hay duda de que, si Hitler hubiera ganado la guerra, a estas alturas ya no existiría el mundo o todos seríamos esclavos de una Alemania totalitarista e irracional hasta el extremo. Pero culpar a toda la filosofía y la sociología de haber preparado el camino a Hitler con su “irracionalismo”, es igual de desbocado como decir que no ha habido ningún aporte humanista y positivo en el pensamiento occidental más importante y serio en toda la historia de la filosofía. Debemos buscar, citar y elevar esos chispazos de humanización para relacionarlos con el pensamiento de nuestro tiempo y acerca de nuestro tiempo.

Es por eso que no debemos permitir lo que la autora, Isabel Sánchez, en su libro “Cuidado” ha dicho “Se nos está abocando a que cuando llegue el momento la única opción sea morir”. Esto significa que debemos estar sumamente atentos a toda intención de quitarnos la voluntad y la esperanza de actuar frente a las sombras oscuras que hoy rodean al mundo contemporáneo y que no se cansan de repetir que ya no hay alternativa ni oportunidad de vivir para los seres humanos de la Tierra.

Es el momento, decimos contundentemente, no de pelear línea sino de pensar todos en ¿cómo resolveremos el problema de una sana supervivencia en la faz de una historia conmovida y comprometida con la salvación del planeta? ¡Por ti somos, por ti hemos sido, por ti seremos! ¡Alemania llegará de último porque es el primero!

 

Por Irma Becerra

Soy escritora e investigadora independiente hondureña. Me he doctorado en Filosofía con especializaciones en sociología del conocimiento y política social. He escrito once libros y numerosos ensayos sobre filosofía, sociología, educación, cultura y ética. Me interesa el libre debate y la discusión amplia, sincera y transparente. Pienso positivamente y construyo formación ciudadana para fortalecer la autoconciencia de las personas y su autoestima.