La filosofía como extirpadora de tumores del alma

CANTO GENERAL DE PABLO NERUDA

“Mujeres del mundo ordenad vuestras cocinas”

Donald Trump, títere de Putin, es otro agente del ultraizquierdismo cómplice de la ultraderecha internacional. Si investigamos su biografía nos toparemos con el corazón de su madre, la que no parece haberle enseñado el amor a sus padres, hermanos y semejantes, que es la tarea fundamental de una verdadera madre. El corazón de la madre nos enseña el amor por las demás personas y el abrazo a toda la Humanidad; mientras que el padre y las demás personas nos enseñan a amarnos y a cuidarnos a nosotros mismos. La autoestima es vital en la política y el que no la tiene intentará compensar esa ausencia con el camino rápido del amedrentamiento totalitario a los pueblos que se oponen a él.

Ahora bien, si analizamos filosóficamente el Discurso de la UNIÓN del ególatra, herido y megalómano Donaldo, veremos que lo comienza diciendo que “vamos rápido y a mil”, es decir, va de tal forma que nadie se percate de que carece de amor por sí mismo y autoestima. Se trata, sigue señalando, de la “revolución del sentido común jamás vista en la historia de la Humanidad”. Si definimos el sentido común como la capacidad de entender o juzgar de forma razonable veremos que el ser humano no es únicamente un ser racional sino un ser dotado de razón, es decir, de la facultad de hallarse en lo cierto y ello, apoyado por la evidencia histórica que no olvida nunca todo el devenir pasado de la Humanidad en su totalidad. Porque, como dice el historiador hondureño, Longino Becerra Alvarado, “el pasado no es algo muerto o carroña de buitres, sino un proceso activo del espíritu trinitario que se extiende hasta el presente y el futuro”. Por eso, ¡queremos, por favor, que aparezcan todos nuestros desaparecidos y nuestros secuestrados!

Vemos que en el discurso no hay ninguna mención de la intención de elevar la cultura y la formación del pueblo y de los pueblos, no hay lugar para la Bildung, y, por tanto, no hay lugar para la verdad y la libertad unidas verdaderamente en un lazo común de identidad del género humano en su totalidad. El concepto de Humanidad no aparece en su discurso, solo el concepto liberal individualista de la ultraizquierda que niega toda cultura. En eso son iguales, Trump y Putin.

El sentido común por sí solo y carente de fundamentación filosófica no ideológica no puede definir las categorías del método dialéctico que son imprescindibles para encontrar las leyes universales de la política y la historia humanizadas y humanizadoras. Por eso una revolución del sentido común solo está basada en la pura acción unilateral no deliberada que deja de lado al pensamiento y la reflexión críticas y autocríticas. Pero el mundo no es unilateral ni bipolar: el mundo es una interacción ética y dialéctica del “todos para uno y uno para todos”. La práctica sin la orientación de la teoría es un barco que navega sin rumbo y va a la deriva sin saber hacia dónde se dirige y sin saber cuándo tiene que frenar y anclar.

No estamos de acuerdo, y en eso tiene razón Trump, con la identificación total de los géneros humanos, especialmente con la identificación de los derechos de la comunidad LGBTIA+ con los derechos de las mujeres, pero sí estamos de acuerdo con la diversidad de géneros con sus respectivas limitaciones morales, quirúrgicas y terapéuticas en la edad adulta como todas las personas “normales”.

En este sentido, según señala la fuerza del silencio del cardenal Robert Sarah, los golpes y los gritos que se den a los hombres y las mujeres son golpes y gritos que se dan a Dios: “¿Alguien puede pensar que el Amor de Dios es menos maternal que el amor de una madre, cuando todo el amor de todas las madres, incluido el de la Santísima Virgen, no es más que una gota en el océano de la ternura maternal de Dios? Por eso ningún hombre recibe un golpe sin que Dios lo reciba también en él, antes que él y por él”.

Trump ha sido golpeado y por eso ha golpeado al pueblo norteamericano al negarle, por ejemplo, la asistencia médica durante la pandemia del Covid-19 y decir que podían curarse tomando cloro. Mucha gente murió por haberle creído. Benjamín Franklin señaló que: “Dios quiera que no sólo el amor a la libertad, sino también un profundo conocimiento de los derechos del hombre impregne a todas las naciones de la Tierra. La educación en la igualdad y el respeto es educar contra la violencia. Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo. La inversión en conocimiento genera el mejor interés”. Trump no ha conocido el respeto y el interés por el conocimiento en su casa y su familia y por eso irrespeta y habla solamente de un interés egoísta que perseguirán “siempre” los Estados Unidos de América.

Thomas Jefferson ha dicho que “un poco de rebelión es buena cosa” porque es necesaria para evitar la dependencia emocional y ser verdaderamente libre y autónomo. Trump nunca se ha rebelado a la influencia nefasta que ejerce en él, el temible Putin, porque no se rebeló lo suficiente a la posible violencia que ejercieron en él sus padres, hermanos y familia.

Jefferson, también ha dicho que: “no se debe ser demasiado severo con los errores del pueblo, sino tratar de eliminarlos por la educación”. Trump usa la fuerza militar bruta y no la educación para eliminar los errores que el considera fracasos totales de un pueblo de inmigrantes diversos como es el pueblo norteamericano. Es un agente, igual que Putin, del ultraizquierdismo internacional coludido con la ultraderecha radical para mantener sometidos a los pueblos al dominio de las familias ricas, los trust y los bancos de todo el mundo y al emporio militar que solo piensa en utilizar a la ciencia de la Física para producir y vender armas cada vez más sofisticadas.

No hay en su discurso de la UNIÓN ninguna mención de la necesidad de cultura y formación pedagógicas internacionales de todos los ciudadanos o de él mismo: este es un desprecio total de toda la historia humana y su patrimonio filosófico cultural en aras de la defensa de los fines de una dictadura imperialista disfrazada de república democrático-representativa y liberal que aún no ha podido romper con la cadena de violencia de toda su carga histórica original.

¿Qué y quiénes se ocultan, pues, detrás de Trump? ¿Qué o quienes lo están manipulando y utilizando para sus propios intereses neoliberales? ¿Qué se esconde detrás de esa supuesta revolución del sentido común sin filosofía? ¿Por qué esa dictadura totalitarista utiliza niños como simbolismos de su política del sentido común? La respuesta es que con esterilidad filosófica no llegaremos a ninguna parte porque sin filosofía no hay revolución alguna que salve a la Humanidad y sin tratamiento de la violencia no podemos esperar que haya paz y justicia. Como dijo Georg Washington: “Si quieres convencer a las mujeres ponte filosóficamente en la retaguardia”.

Estamos curando y extirpando de forma urgente un tumor maligno para la historia de la Humanidad que podría significar el advenimiento letal de la Tercera Guerra Mundial. Y haremos esta operación de manera lenta, culta, con estilo y colectivamente con todas las cocinas unidas en el mundo por la paz perpetua universal. Porque el hombre penitente se arrodilla no solo ante Dios, sino también ante el hombre, la Humanidad y la historia.

En este sentido, movilicémonos todos por la paz mundial y recurramos al juicio políticos de estos falsos creyentes evangélicos y religiosos y llamemos al inmediato empeachment de Donald Trump porque le está cortando las raíces y las alas al pueblo norteamericano y del mundo y les impide volar. Carece de imaginación y utiliza el engaño y la mentira por lo que debemos usar el polvo de hornear confiable de la acción de Anne de Green Gables de la isla príncipe Eduardo de Canadá para hornear pasteles de política rosa lila que nos indiquen el camino a seguir. No nos queda más remedio que recurrir a la cocina y cocinar.

Hemos sido hasta ahora gobernados por locos, maniáticos, lunáticos, criminales, soberbios y oprobiosos ignorantes que nos han mantenido en una perenne y terriblemente sangrienta oscuridad sin darnos ética, educación y cultura. Pero ¡jamás nos rendiremos ni tiraremos la toalla! Estamos siempre listas por aire, mar y tierra y con la Fuerza Aérea Albifrons y el crucero Aurora porque estamos viendo que se quiere olvidar una vez más, a Hiroshima y Nagasaki.

Mis padres no fueron perfectos. Sufrieron también violencia intrafamiliar, miseria y pobreza económica, discriminación y exilio. Mi madre quedó huérfana de madre desde bebé y sufría de una gran tristeza que no le impedía trabajar ni cocinar. También sufrió violencia sicológica de mi padre por haber traído al mundo dos hijos varones discapacitados que no correspondían al ideal de perfección que tenía mi padre de los hijos. Pero mi padre sufrió la violencia intrafamiliar por parte de su padre mexicano, el abuelo Víctor Becerra Valdéz, quien, a su vez, salió huyendo a los dieciocho años de su casa para escapar del maltrato de su propio padre y se enroló en las filas del guerrillero Pancho Villa. Mi abuelo nunca más volvió a la casa de sus padres en Nuevo León Guanajuato. Así que se rebeló, pero conservó un carácter violento y machista. Contrajo asma en su trabajo como minero y era terrible oírlo toser cuando no había dinero para comprarle su medicina.

Mi padre, por ser un hombre sincero, pasó muchos momentos de tensión y estrés debido a su serio y peligroso trabajo político y empezó a beber alcohol mientras se desquitaba de sus problemas con nosotros en la casa. Se volvió un hombre extremadamente protector y autoritario pero con el paso del tiempo y a raíz de que empezara a escribir sus propios libros tras la expulsión del Partido Comunista de Honduras, encontró el verdadero sentido de su vida y empezó a dulcificarse. Tony Rodríguez acostumbraba, incluso estando yo ya casada, aparecerse durante las navidades en nuestra casa con una botella de güisque. Entonces se ponían a beber y a charlar durante toda la noche en la sala de mi casa, mientras yo y mi esposo y el resto de la familia nos quedábamos encerrados en nuestras habitaciones oyéndolos. Mi padre dejó la bebida porque enfermó de diabetes y Tony dejó de venir hasta que en una oportunidad vio una foto mía tomada por mi esposo que le produjo un fuerte impacto. Entonces comprendió que ya no había más esperanza para él de que yo regresara a su lado.

Mi madre me abofeteó siendo una adolescente y cuando yo pasaba por un momento de tristeza y estado vulnerable, lo que me golpeó mucho. Supongo ahora que lo hizo para hacerme reaccionar a su modo. Pero fue ella y una prima filósofa italiana, Anissia Becerra Galli, hija del pintor hondureño hermano de mi padre, Moisés Becerra Alvarado, quienes me alertaron acerca del hecho de que Edgardo “Tony” Rodríguez Coello, no era el hombre adecuado para mí. A ambas les estoy por eso muy agradecida. Mi madre me enseñó también a escupir la flema cuando tuviese gripo y a no tragarla. Por eso no me trago todo lo que me ofrecen.

Pese a estas malas experiencias con mis padres, no guardo malos recuerdos de ellos, al contrario, logré superar mi ira, mi odio y mi resentimiento, y llenar mi corazón de esperanza, amor, simpatía y agradecimiento aunque he comprendido que la vida de un ateo es más difícil de caminar porque no tiene, según él, la ayuda de Dios. Cuando se llega a conocer a Dios verdaderamente el camino se vuelve más sencillo y corto de transitar.

¡Vamos a escupir ahora, si no entienden, sobre esta basura de hombres que son Donal Trump y Vladimir Putin, que nos han traído solo enajenación y alienación desde Estados Unidos de América y Rusia, pueblos a los que han mantenido por siglos en una limitación cultural espantosa! La compasión en historia es el sentir empático por la pobreza espiritual de otros pueblos a los que no se las permitido crecer cultural y filosóficamente. Por eso, la revolución norteamericana precede a todas las demás, ya que fue la primera.

Queremos política limpia, pura, transparente, auténtica, relacional, comprensiva y sincera, pero Trump y Putin son una variante más de lo que siempre se ha dado hasta ahora en la historia: la represión de la mente popular y la división del corazón del pueblo. El castigo debería ser, entonces, que un juez les obligue a leer, estudiar y tragarse todos los libros, míos y de mi padre, en la cárcel, rindiendo exámenes continuos orales y escritos y escribiendo ensayos monográficos y pedagógicos que le ayuden a aprender un poco. Se trata de que aprendan el lenguaje claro y de precisión militar y estratégica de la filosofía, entendida como la ciencia de la protección de civiles para que la ley siempre llegue a tiempo, allí donde la violencia nos toma por sorpresa, y para que esta experiencia individual no se pueda repetir jamás en la historia.

Vamos pues, ciudadanos del mundo, condenados de la Tierra, hacia la Revolución Pacífica Mundial dialogada filosóficamente y en formación en valores de resistencia civil contra los liberales este 8 de marzo de 2025.

Realicemos la “Operación Mundial Cero” y votemos todos con un cero en estas próximas elecciones primarias e internas, cero a todos los candidatos de todos los tres partidos políticos por haber sido tan descarados, sinvergüenzas y cínicos, y para los que todavía se están riendo, son indiferentes, creen saberlo todo sobre nosotros, no nos quieren creer, escuchar, entender y se niegan a reconocer toda la evidencia histórica y testimonial, los que nos quieren secuestrar, violar, golpear o asesinar que coman huesitos para perro y, ¡qué les vaya bien!

¡Y votemos en el futuro cercano por un solo y único partido pacífico y lento de la Fraternidad Eterna del Espíritu Trinitario como Concierto de todas las Naciones del Mundo Formado para la Unidad Perpetua!, porque no estoy loca ni estoy fantaseando, y porque puedo distinguir muy bien entre la ficción y la realidad.

¡COCINAS DE TODO EL MUNDO UNÍOS POR LA PAZ MUNDIAL!

¡NIÑERAS DE TODO EL MUNDO UNÍOS EN ESTELAS DE LA MAR PARA CUIDAR Y PROTEGER A LOS NIÑOS Y NIÑAS DE FORMA INTERNACIONAL PEDAGÓGICA!

¡NIÑOS Y NIÑAS DEL MUNDO DESTERRAD A LOS OSCUROS Y DEVOLVEDLOS DE VUELTA AL LUGAR DEMONÍACO DE DONDE PROVIENEN!

¡TRABAJADORAS DOMÉSTICAS DUEÑAS DE LA ESPERANZA LIMPIAD VUESTROS BAÑOS ENSEÑANDO A ORINAR A LOS HOMBRES!

¡NO SOY UNA BRUJA, SOY UN HADA PROTECTORA!

¡DIOS PROTÉGEME A MÍ, A MI FAMILIA Y A MI LORO PORQUE HAY ESPÍRITUS OSCUROS ACECHANDO!

Mi madre y yo
Mis padres

Por Irma Becerra

Soy escritora e investigadora independiente hondureña. Me he doctorado en Filosofía con especializaciones en sociología del conocimiento y política social. He escrito once libros y numerosos ensayos sobre filosofía, sociología, educación, cultura y ética. Me interesa el libre debate y la discusión amplia, sincera y transparente. Pienso positivamente y construyo formación ciudadana para fortalecer la autoconciencia de las personas y su autoestima.

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