Ante la actual violencia machista contra la mujer en el mundo y en Honduras, con tantos reiterados feminicidios, y, especialmente, con la violencia doméstica provenientes de hombres irracionales y bestias, no podemos dejar de recurrir al pensamiento crítico como mecanismo y herramienta de defensa de la unidad entre las mujeres del universo por diseñar estrategias de protección ante la injusta invasión de los que no son caballeros, en su vil e inútil persecución de la potencia intuitiva de las mujeres, así como, su intacta capacidad para la formulación de la amistad sincera entre ellas. ¡Mujeres, unámonos y oremos para que los machos violentos sean diagnosticados con cáncer de próstata, porque el castigo no puede ser desproporcional a la pena, pero sí puede ser merecidamente justo!
Por eso, recordamos a Marco Aurelio, en su meditación 38, en la que nos dice lo siguiente: “Medita con frecuencia en la cohesión de todo lo que existe en el mundo y en las estrechas relaciones que guardan las cosas. En cierto sentido, todas ellas están entrelazadas entre sí y por ello son amigas. Se mantienen unas a otras gracias al impulso del movimiento, al hálito común y a la unión de la sustancia”.
A los machos violentos les decimos, desde el pensamiento crítico, lo que predice la meditación 3, del emperador y militar romano: “Es admirable un alma dispuesta, si es el momento, a separarse del cuerpo para extinguirse, dispersarse o sobrevivir. Pero esta separación debe basarse en una decisión personal y no, como los cristianos en una simple oposición. La decisión tiene que ser razonable y seria, sin teatralidad, para que te crean sincero”.
Honduras, ha sufrido mucho, sobre todo, en los últimos catorce años de gobierno cachureco del expresidente, Juan Orlando Hernández. Hubo numerosas víctimas del pueblo, numerosas víctimas mujeres, y ese número, lejos de enmendarse, sigue aumentando sin cesar en el actual gobierno de la primera mujer presidente del país, Xiomara Castro, sin que se haga mayor cosa. Pedimos, por un lado, que el castigo para JOH sea ejemplar, que los jueces no titubeen en encerrarlo en la cárcel, por despreciar al pueblo norteamericano y al pueblo hondureño, y por considerarnos, tontos e inmaduros. Exigimos, de otra parte, que se eduque a la población hondureña en los principios del pensamiento crítico de fortalecimiento de la autoestima, el respeto mutuo, la cadencia del amor auténtico, el análisis reflexivo, la inteligencia emocional, espiritual y creativa, y la propuesta constructiva de ideas que nos eleven a un mayor nivel de autoconocimiento para hacer el Bien, no para escudarnos detrás de las instituciones religiosas, por ejemplo, y continuar siendo peores personas que antes.
Qué se unan la recta razón con la razón de la justicia, como señala Marco Aurelio, en su Libro XI, meditación 1: “Estas son las características del alma racional: se ve a sí misma, se analiza a sí misma, se moldea como quiere, recoge lo que produce (mientras que los frutos vegetales y animales los recogen otros), alcanza su propio objetivo cuando, pronto o tarde, le llega el final de la vida. En la danza, en el teatro y en otras artes parecidas, si falta un detalle la acción queda incompleta, pero el alma, en cualquier situación y en todo momento, termina sin carencias lo que se había propuesto, y puede decir: tengo todo lo que me pertenece. No es esto todo: recorre el mundo entero y el espacio que lo circunda, explora la forma, se hunde en la infinidad del tiempo, abarca el periódico renacimiento de las cosas, se da cuenta de que nuestros nietos no verán nada nuevo, igual que nuestros predecesores vieron lo mismo que nosotros (el cuarentón, por poco seso que tenga, ha visto todo el pasado y todo el porvenir en un presente idéntico). El alma racional también se caracteriza por el amor al prójimo, la verdad, el pudor, una alta autoestima, como también le ocurre a la ley. Por eso no hay diferencia entre la recta razón y la razón de la justicia”.
Toda nuestra vida la hemos dedicado a luchar por el ejercicio de la justicia en la vida cotidiana, precisamente, allí donde no llega la ley. En esos momentos de golpes intempestivos e imprevistos que ocurren contra las mujeres y los hombres, cuando la ley no se encuentra presente o no hay testigos ni amigos que nos protejan. Por esa razón, junto a Marco Aurelio, sentenciamos con la meditación 32: “Que nadie pueda decir que no eres sencillo y bueno, sino que tu comportamiento desmienta esa opinión. Depende de ti únicamente. ¿Qué te impide ser sencillo y bueno? Si no puedes serlo, no sigas viviendo, pues la razón no te exige vivir a menos que seas así”.