En esta oportunidad, queremos alertar a todo el pueblo hondureño para que, por ningún motivo, vote por el candidato presidencial, de origen árabe palestino, Salvador Nasralla Salum, ya que representa la alianza de la ultraizquierda con la ultraderecha neoliberales que dominan, junto a las familias más poderosas de Centroamérica de ese mismo origen, la economía y la política de nuestra región.
En ensayos anteriores demostré que tanto la ultraizquierda como la ultraderecha en todo el mundo, siguen un mismo patrón de conducta y actuar político basado en un modelo que reproduce la violencia armada y desprecia a la democracia relacional participativa, que es la que podría realmente salvar a nuestro país de la hecatombe que se avecina.
En dichos ensayos hicimos memoria histórica de los procesos políticos que se vivieron en los años ochenta, denunciando la injerencia de los guerrilleros salvadoreños, liderados por el árabe palestino, Shafik Jorge Handal, al pretender utilizar el territorio hondureño para realizar acciones militares que les proveyeran financiar su guerra civil en El Salvador. Muchos líderes izquierdistas hondureños cayeron en esta trampa y murieron heroicamente en asaltos de bancos, secuestro de aviones, puestas de bombas, organizados por los ultras salvadoreños, especialmente, militantes del antiguo Partido Comunista de Honduras (PCH), entonces dirigido por Rigoberto Padilla Rush, un aliado incondicional de Handal, de quienl era dependiente emocional e ideológicamente.
La ultraizquierda nunca ha dejado de actuar en nuestro país y en Centro América, y lo ha hecho aliada a la ultraderecha porque ambas son la misma cosa, ambas comparten la violencia y la ideología guerrerista armada para resolver los conflictos sociales y políticos, y por eso ambas desprecian soberbiamente la cultura y la filosofía como ciencias.
Ante lo anterior, debemos preguntarnos: ¿por qué el partido LIBRE de ultraizquierda neoliberal radical se desacredita cada vez más? ¿Por qué no ponen fin a la terrible inseguridad ciudadana, la cooptación de las instituciones democráticas y el Estado de Derecho, y al narcotráfico y el crimen organizado? ¿Por qué cometen los mismos delitos de corrupción, nepotismo, impunidad y clientelismo político que sus antecesores? Acaso no será, como ya dijimos en nuestro ensayo, “El terrorismo de Estado de Libre”, ¿porque están preparando las condiciones y el escenario para que el pueblo hondureño clame por un “Salvador”?, que imponga una mano dura en Honduras, ante tanto asesinato y violencia actual organizada.
Salvador Nasralla Salum siempre ha sido un aliado de LIBRE, aunque se haya presentado al público como separado y peleado con ellos. Son la misma cosa. LIBRE no necesita ganar las elecciones si las gana Salvador Nasralla Salum porque siempre estarían detrás de él ejerciendo un co-poder invisible y megalómano, como lo hace el ultraizquierdista y casi desaparecido, Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) con Nahib Bukele en El Salvador. Son la misma cosa.
Por eso no es casual que en las 100 propuestas de gobierno de Nasralla Salum para el 2025, señala en su propuesta número uno, en el tema de seguridad, que “se enfocará en implementar un Estado de excepción en Honduras siguiendo el Plan Bukele. Implementando las mejores prácticas puestas en marcha en el hermano país de El Salvador” (Diario Tiempo, julio 31 de 2025).
Sabemos ya que Bukele ha logrado que se cambie la Constitución de El Salvador para crear la figura de la reelección indefinida, algo que evita los contrapesos para una fuerte oposición política pacífica y le permite quedarse indefinida y autocráticamente en el poder. Lo mismo se plantean LIBRE y Nasralla para Honduras: hacer una Asamblea Nacional Constituyente para cambiar la Constitución de Honduras, que textual y demócratamente prohíbe la reelección presidencial.
Por eso, pueblo hondureño: ¡No nos dejemos engañar por el mediático señor de la televisión!, que dice que ha ganado méritos “con el sudor de su lengua”, como afirmó en el programa Frente a Frente del periodista Renato Álvarez. Nasralla sabe muy bien lo que quiere y por eso se presenta solo y vestido de blanco en la televisión y en este programa, igual que lo hace su aliada, Rixi Moncada, que se presenta también sola y vestida completamente de blanco. Quieren ambos crear la impresión de ser “salvadores” y de que son “puros” porque siguen la blancura y el esplendor del Espíritu Santo, cuando en realidad, son ambos antihumanistas y voraces ávidos de poderío. Así que no bajemos la guardia, y mantengámonos alertas porque nos amenazan los zarpazos de los ultras, quienes en realidad, están desesperados y van ya ¡en caída libre!
