¡Te gustarán estas flores!

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Si las palabras no son suficientes y se precisa también de la acción, entonces debe ser el compromiso por el principio de la vida el que debe regir y para el cual la muerte no es el sacrificio de la propia vida, sino un reencontrarse allí donde florecen las almas, en la comunión del más allá trascendido y eterno, al que solo tienen acceso las almas cálidas y jóvenes de espíritu, y donde los abusadores se topan con su límite más directo.

El más allá, igual que el más acá, es selectivo, y solo acoge a aquellos que han sabido amar, vivir y morir, sin que ello suponga un sacrificio sino un verdadero honor y placer simultáneos porque han tenido y tienen muchos amigos verdaderos y no solo asistentes seguidores.

Ahora bien, ¿por qué no son suficientes las palabras? ¿Por qué un candidato presidencial o una candidata presidencial anuncian que llegarán hasta el sacrificio de su propia vida si fuera necesario para probar su verdadera causa en el accionar público? ¿Qué causas ocultas los llevan a dicho discurso que la ciencia de la sicología social debe aprender a desentrañar y descubrir para garantizar el relacionismo comprensivo de la historia? ¿Acaso no constituye esta promesa pública de estar dispuesto a morir por la causa, un grito encubierto de auxilio que no debe dejarnos indiferentes ni sacrificados en el olvido?

Sí, Honduras debe florecer, pero debe hacerlo desde la denuncia directa e indirecta de los abusos que sus mujeres han sufrido, tanto mental, sicológica y físicamente, para que los victimarios de los abusos, las violaciones y los feminicidios y los abusadores que golpean mujeres puedan ser capturados y juzgados por la justicia humana que les cerrará dignamente el paso.

Empezaremos por las mujeres, las niñas, las adolescentes y las madres de todo el mundo. A ellas me debo, por ellas y por mí, he escrito mi libro En defensa sublime de la mujer, y a ellas me consagro, inicialmente. Debemos descubrir las causas de la personalidad congelada por el sufrimiento y la falta de calor y calidez humanas, en mujeres y hombres, en niños y niñas.

Esto implica el estudio concienzudo de la autobiografía de las políticas y las mujeres que incursionan en política. En Honduras, necesitamos develar las razones de la personalidad helada de Xiomara Castro de Zelaya, Hortensia “Pichu” Zelaya y Rixi Moncada Godoy, para poder ayudar a superar los traumas y los problemas emocionales que causa la personalidad autoritaria del caudillo vaquero de Manuel Zelaya Rosales, el cual, en una conversación privada me dijo que: “Todas las personas son malas”, demostrando así tener una concepción antropológica negativa del ser humano en general. ¿Acaso eso no demuestra que proviene de una familia de terratenientes en el que el padre “Melón” también era un autoritario violento o han sido acaso las mujeres de su familia las abusadoras y violentas para que él tenga una visión tan pesimista de la persona humana?

Si es así, si esta insana violencia ha prevalecido en estas autobiografías, así como en la familia no solo de Mel Zelaya sino de Rixi Moncada, y las mujeres que tienen que ver con el comandante vaquero Mel, tienen miedo de él y son dependientes emocional y sicológicamente de su poderío mental, las liberaremos y las haremos personalidades más bonitas, buenas, libres y autónomas, independientes y sanamente orgullosas y con autoestima, sin que tengan que llegar al sacrificio de la propia vida para convencernos de su capacidad y su entrega.

Todos absolutamente todos somos iguales, pero no todos somos idénticos de manera absoluta y estos límites se deben respetar. Los hijos y las hijas no son absolutamente idénticos de forma absoluta a sus padres, y querer hacerlos idénticos, sobre todo en las dinastías familiaristas, es violar su autonomía y su dignidad humana al querer someterlos al régimen de un autoritarismo totalitario paternalista.

Los buenos no deben callar ante los malos. Los malos, a veces se presentan, como entes amables y dominan a las personas sensibles, especialmente a las mujeres, los niños, los adolescentes y los ancianos, para manipularlos porque el malo esconde un secreto: se alimenta de la energía del bueno y no puede vivir sin él. El malo necesita al bueno para poder fortalecerse en su maldad y malignidad, necesita su pulsión de vida como un vampiro que extrae su sangre. El malo no es un amigo verdadero que no necesita nada, y que simplemente es feliz en la convivencia diaria con los demás porque se ama a sí mismo y por eso puede amar a los demás. ¿Qué secretos ocultos hay aquí?

Los buenos deben aprender a decir no a los abusos de los malos. No necesitamos ser tan perfectos y complacientes con los demás, para sentirnos útiles y necesitados. Debemos aprender a poner límites y a no permitirles a los malos que queden impunes y que abusen de nosotros. Esto va, especialmente, para las mujeres violadas que, incluso, han tenido un hijo de esa violación, y se han visto obligadas a criarlo y amarlo también. Esto debe terminar, las mujeres abusadas deben denunciar a los hombres congelados y fríos que han aparecido en sus vidas, los cuales deben ser tratados sicológicamente, para comprender desde la sicología social las causas de su comportamiento violento y su vulgaridad.

Ningún ser humano nace malo y violento, ninguna mujer nace para puta o “trabajadora sexual”. Esto va a terminar de raíz, igual que la ingenuidad, la creencia total en el otro, la falta de coraje y carácter, la labilidad, la decepción, la frustración, el miedo a autodefenderse, la competencia desenfrenada, el desconocimiento de los propios derechos, la ignorancia respecto a la Constitución de la República y sus leyes, la envidia y la falta de solidaridad entre las mujeres y los hombres. Esta es la refundación que proponemos desde el relacionismo comprensivo que nos exige que nos tratemos y entendamos mejor los unos con los otros, sin creernos mejores o más inteligentes que los demás, sobre todo si son nuestros subalternos. Debemos destruir los vínculos contaminantes que construyen los malos para influenciar a los buenos y mantenerlos bajo su poder. Si se rompe y destruye este vínculo el malo se siente débil, acorralado y perdido porque ha perdido su fuente principal de energía y motivación: revertir la amabilidad del bueno y hacerle creer así que este último no es una persona completa sino un ser que no sirve para nada por lo que tiene que imitar la maldad del malo para “ser verdaderamente fuerte y valiente”.

Es importante escuchar y leer entre líneas, es importante la acción refundacional de la pulsión de la vida y no de la pulsión de la muerte, ya que el malo quiere siempre morirse ya que se autodesprecia a sí mismo. Por eso, exigimos justicia para Ricci Mabel Martínez, Keyla Martínez, Berta Cáceres, Janeth Kawas y las mujeres señoritas heroicas de la matanza de los Horcones. ¡Esa es la verdadera revolución mundial de la esperanza, el cese inmediato de la violenta impunidad de los actores materiales e intelectuales de la violencia contra las mujeres en Honduras y en el mundo! ¡Somos y seremos mujeres de fe y esperanza!

¡Iremos de mujer en mujer, de hija en hija, de madre en madre, de política en política, de feminismo en feminismo, de hogar en hogar, de familia en familia, de feminicidio en feminicidio, porque solo el amor de la utopía relacional lumínica puede hacernos comprender de forma compasiva la historia y la autobiografía confiables que nos hacen brillar! ¡Lo mismo vale si el problema es al revés y son las mujeres las abusadoras, tóxicas, celosas, posesivas, racistas, frías y causantes de sufrimientos y problemas de alcoholismo y drogadicción en los hombres! ¡Vamos por el control de las salchichas y el autocontrol femenino! ¡No mas violencia entre los sexos y los géneros! ¡No más guerras: las madres diremos que no vamos a entregar a nuestros hijos a los belicistas para que los maten! ¡Eso sería verdadera caminata de Libertad, Refundación, Revolución y Transformación Relacional Compasiva Comprensiva de la Historia!

Por Irma Becerra

Soy escritora e investigadora independiente hondureña. Me he doctorado en Filosofía con especializaciones en sociología del conocimiento y política social. He escrito once libros y numerosos ensayos sobre filosofía, sociología, educación, cultura y ética. Me interesa el libre debate y la discusión amplia, sincera y transparente. Pienso positivamente y construyo formación ciudadana para fortalecer la autoconciencia de las personas y su autoestima.