¡Diálogo Relacional y no lucha armada en Honduras!

En los últimos días se ha visto agudizarse el conflicto alrededor del Consejo Nacional Electoral y los candidatos presidenciales con sus respectivos partidos políticos. Se ha llegado a los insultos, manifestaciones, golpes y hasta personas heridas en un intento desesperado por solucionar el problema electoral a punta de la fuerza bruta y no del diálogo democrático y relacional entre personas maduras y adultas. De hecho, Melvin Ceballos, del partido de ultraizquierda neoliberal LIBRE, ha llegado a decir que “si es necesario agarrar las armas para defender la patria, así lo haremos los 30,000 hombres que integran los colectivos de LIBRE”.

Este discurso de incitación a la violencia no es más que un recurso desesperado de un partido que no ha cumplido con sus promesas de campaña y que, debido sobre todo, a sus divisiones y luchas internas, ha logrado con sus palabras y actos de corrupción, nepotismo, clientelismo político, nexos con el narcotráfico y ultraizquierdismo sectario, desilusionar a la mayoría del pueblo hondureño por lo que se espera que este último le otorgue un voto de castigo y pierda estrepitosamente las elecciones. Su candidata presidencial, Rixi Ramona Moncada, sigue con su discurso iracundo de la división y lucha de clases, asegurando que no lo cambia porque “la sociedad ya está dividida”; retando a las iglesias sin comprender el sentido de la espiritualización en política; diciendo que no irá a ningún debate con el resto de los candidatos presidenciales porque ”ella no dialoga con personas deshonestas”, y siendo muy altivamente ufana y segura de que va a ser la próxima presidenta de Honduras, sin hacer ningún intento por unir a la sociedad, por debatir y dialogar con los empresarios, con las 10 familias más poderosas del país, con las iglesias, etc., sino más bien mostrándose aislada y distante de los principales sectores que conforman al pueblo hondureño en su totalidad.

LIBRE, además, se niega a votar a través de su representante en el Consejo Nacional Electoral o a sus respectivos suplentes, para dialogar sobre posibles soluciones al divisionismo interno de esa institución autónoma e independiente que regula las elecciones y cuyas decisiones se toman por mayoría, como dicta la ley, y no por consenso como dice Rixi Moncada. No vemos en estos políticos del gobierno actual y de LIBRE la mínima capacidad de negociación y diálogo pacifista sino, todo lo contrario, una actitud necia, soberbia, sectaria, petulante y autoritaria que refleja su poca formación y desconocimiento de la filosofía relacional del diálogo democrático que manda conocer toda la situación en su totalidad, incluyendo los temores propios ocultos, así como el tener la disposición de escuchar a los demás, ser flexibles y no dogmáticos y rígidos, y sobre todo dialogar sin ego y con sinceridad y autenticidad. A Rixi Moncada, se le nota solamente la intención de hablar y dirigirse a los demás desde una posición de superioridad, egocentrista, terca, obtusa y superficial propias de una persona que cree que ya lo sabe todo y que ya tiene todas las respuestas disponibles.

En nuestro libro “Filosofía de la Resistencia”, que LIBRE ha ignorado por completo, esbozábamos una filosofía de la dignidad humana para dialogar relacionalmente con las demás personas, y decíamos, por ello, que “la lucha armada no será impuesta en Honduras, ni desde adentro ni desde afuera”. Los de la “resistencia” de LIBRE no parecen haber estudiado el libro, así como Mel Zelaya Rosales parece haber olvidado los mandamientos que él consideraba más importantes al inicio de su movimiento político: “No mentir, no robar, no matar”.

Las armas y la lucha armada no tienen más cabida en Honduras, porque el pueblo ha aprendido, sobre todo en época de elecciones, a votar pacíficamente y no a través de guerras intestinas como era en los siglos pasados. La política es el arte de dialogar para el espacio público haciendo de este último un lugar de decisiones vinculantes a toda la comunidad. Por eso, la función política exige del autocontrol y el autoconocimiento y autocomprensión por parte del político, independientemente de quien se trate, ya sea de derecha, izquierda o centro.

En política se dialoga, se debate, se negocia, para y por los intereses comunes y de toda la comunidad, por lo que el político debe estar dispuesto a ceder posturas inflexibles, a escuchar a los ciudadanos en sus demandas, a poner sus valores y principios en función de la relacionalidad de la toma de decisiones, es decir, el carácter social de las mismas ya que el político siempre actúa, por acción o por omisión porque su praxis política y sus actos y lenguaje siempre tienen consecuencias para los ciudadanos gobernados, ya que estos son dirigidos hacia lo público del interés común desde la persona privada y pública que es el político. Las relaciones políticas son manifestaciones públicas de la conciencia de cada político por enfilar a toda la sociedad hacia relaciones humanas y sociales de mejor trato común, no de maltrato, egoísmo o individualismo extremos. Se trata de mejorar la convivencia mutua para lo que se debe estar dispuesto a luchar por la democratización de dichas relaciones para que los ciudadanos no se desvíen del Bien Social Común y del respeto mutuo a la Vida y a la Vida Digna.

Aprovecho este ensayo, para recordarle al pueblo hondureño, que en los años ochenta también algunos líderes ultraizquierdistas nos hablaban de la necesidad de la lucha armada en Honduras porque estaban seguros y convencidos que “había aquí una situación revolucionaria” como en el resto de Centro América. Por eso, la Doctrina de la Seguridad Nacional y los militares alvaristas decidieron realizar desapariciones forzadas de muchos de estos líderes. Es nuestro deber, y recordando este 1 de agosto la desaparición forzada, tortura y asesinato de nuestro primo, Eduardo Becerra Lanza, reafirmar que las tarántulas no deben regresar jamás a nuestro país, por lo que Melvin Ceballos debería dejar su discurso virulento de incitación a la violencia armada.

Ni la presidenta Xiomara Castro, ni el ministro de Derechos Humanos, Héctor Longino Becerra Lanza, se han pronunciado respecto a las palabras de Ceballos, y tampoco se han interesado más por investigar si los restos enterrados en el Cementerio General pertenecen a Eduardo Becerra Lanza. No hemos sabido que a dichos restos se les haya hecho un examen de ADN, y este crimen sigue en la impunidad como la de la mayoría de los desaparecidos de Honduras. La familia de Eduardo recibió una millonaria indemnización por parte del Estado de Honduras, pero despilfarraron el dinero entre sí, y ya no siguieron investigando este terrible caso, que mi padre, Longino Vidal Becerra Alvarado, documentó en el relato testimonial “Cuando las Tarántulas Atacan”, precisamente, con la finalidad de que prevalezca siempre la memoria histórica. ¡Ni olvido ni perdón!

 

Por Irma Becerra

Soy escritora e investigadora independiente hondureña. Me he doctorado en Filosofía con especializaciones en sociología del conocimiento y política social. He escrito once libros y numerosos ensayos sobre filosofía, sociología, educación, cultura y ética. Me interesa el libre debate y la discusión amplia, sincera y transparente. Pienso positivamente y construyo formación ciudadana para fortalecer la autoconciencia de las personas y su autoestima.

3 comentarios

  1. Me parece que hay heridas que deben ser sanadas. Es conocido que la iglesia no significa espiritualidad y hay que nombrarlas como lo que son ” instrumentos de dominación” de las inquietudes populares por sacudirse un yugo que se extiende desde la colonia. Creo que el partido Libre ha cometido muchos errores y excesos, pero por quien votar si se quiere ejercer el derecho constitucional del sufragio? Es el partido Liberal una alternativa de cambio y transformación que requiere la sociedad hondureña o acaso pensamos que será el partido Nacional? Creo que no. Si bien Libre no ha estado a la altura de sus promesas de campaña y de las esperanzas del pueblo hondureño si ofrece un espacio que deberá ser aprovechado, retomado por hombres y mujeres comprometidos con los cambios revolucionarios que el país necesita para construir el poder popular y conciencia política para llevar a cabo las transformaciones sociales. No será fácil, nada en la historia de la humanidad ha sido fácil, pero es posible la utopia.

    1. Me parece que es falso decir que las iglesias no poseen espiritualidad porque todas las obras humanas y las creencias humanísticas de los seres humanos poseen un espíritu interior legislador que avanza por la historia del mundo constituyéndolo y haciéndolo avanzar. Creo que esa presencia espiritual está presente en todo ser humano, familia, político, empresario, partido político, etc., aunque nos ceguemos y nos neguemos a aceptarlo. Y en este sentido, el partido Libre al negar la importancia de la marcha de las Iglesias hondureñas que están exigiendo paz, diálogo, compromiso y unas elecciones limpias y transparentes sin importar quién resulte vencedor, Libre, repito, con esa actitud sectaria de reducir la espiritualidad a la fe religiosa, no desea una sociedad que se forme filosóficamente no solamente hacia el diálogo, la negociación y los consensos políticos, sino hacia la mediación que no es otra cosa más que encontrar el punto medio o el equilibrio que el espíritu exige de las cosas, las situaciones, los fenómenos y los mismos seres humanos que constituimos la Humanidad. Encontrar esa mediación es lo que ha hecho decir a la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Cossette López, es lo que ha llevado a los tres consejeros de los tres partidos políticos más importantes del país a solventar la crisis actual de dicha institución y nos acerca más a unas elecciones sin fraude. Personalmente creo que Libre no solo ha cometido muchos errores sino que no ha aprendido a dialogar relacionalmente, a negociar correctamente por el Bien Común y sobre todo a mediar el terreno del espacio público. Por eso, tenemos otras alternativas al tripartidismo que son el PINU-Socialdemócrata y la Democracia Cristiana y yo me inclino a votar por el primero con su candidato Nélson Ávila. Es así que ahora es más vigente que nunca la marcha de las Iglesias el 16 de Agosto para pedir que la democracia en Honduras no sea pisoteada ni mancillada, y que los hondureños tengamos los políticos honestos y auténticos que realmente nos merecemos.

  2. Me ha encantado su artículo. El cierre es insuperable por la referencia a Eduardo Becerra Lanza, un verdadero académico y hombre de izquierda a quien el régimen de la época desapareció.

Los comentarios están cerrados.