Marcha Triunfal de la Historia en la Ética del Docente

(AÑO DEL 202 ANIVERSARIO DE LA INDEPENDENCIA DE HONDURAS)

Para la Ontología Relacional Lumínica la relación dialéctica no es solamente entre simples opuestos antagónicos, sino, al mismo tiempo, una relación biunívoca, bivalente de opuestos cuyos lados se unen, niegan y superan dialécticamente hacia el fin último que es la verdad del ser o la materia como verdad ontológica, combinándose así con la idea como su opuesto incorporado.

Explicaremos en futuros ensayos esta dialéctica interna de la verdad del ser y el ser como sentido de la verdad absoluta y última. Por ahora, baste señalar cómo se desarrolla dicha dialéctica relacional en el campo de la educación y concretamente en el plano de la Ética y Deontología del Educador, el Maestro y la Maestra.

Primero, diremos que, el poder es un medio de comunicación diferenciado y unido funcionalmente desde la relatividad social. Como tal siempre implica una función social y una socialización relacional, dialógica y comunicativa de la autoridad respecto a los sujetos dirigidos por esta, así como una relación de reciprocidad de los sujetos liderados respecto a la autoridad misma. De ahí, que el gran maestro, pedagogo, filósofo y periodista hondureño, Longino Becerra, ha escrito y ha dicho que “la educación es la más social de todas las profesiones” porque su poder está dirigido hacia la formación directa del alma y el espíritu del dicente.

Becerra entiende aquí por alumno y estudiante dicente a la persona capacitada no solo para recibir pasivamente conocimientos de alguien que tiene por eso poder y autoridad sobre ella, sino capacidad para reflexionar, opinar, discrepar, discernir y deliberar con humildad y respeto los contenidos teóricos que se le presentan desde una relación de activa resistencia civil hacia la autoridad, sobre todo cuando esta se presenta de modo absoluto y rígidamente.

La relación dialéctica no es simplemente de opuestos que van de un lado a otro y viceversa de forma mecánica y persuadida, sino que se unen, niegan, separan y superan en una relación dialéctica devenida dialéctica y extraordinariamente, valga la redundancia. Interesante en esta teoría lumínica es que ella enseña a vivir la dialéctica y a aplicarla en la propia vida cotidiana y en las propias experiencias personales con los demás. Ello, porque la teoría lumínica enseña a decir no a tiempo y a pensar críticamente. Tal como señala el filósofo José Antonio Marina: “La clave de este nuevo tipo de humanismo es que resulta necesario introducir en los currículos una Filosofía que fomente de verdad el pensamiento crítico, porque es nuestra defensa contra la manipulación contra el fanatismo y el adoctrinamiento; y porque es nuestra defensa sobre un poder tecnológico que lo que quiere es persuadirnos de muchas cosas. Porque las nuevas tecnologías son técnicas de persuasión, y con los sistemas de inteligencia artificial, pueden saber más de tus preferencias que tú mismo”.

Aplicada a la educación se tiene que el docente enseña desde lo mejor de sí mismo, corrige, supera errores y se forma continuamente, sin creerse jamás más listo que sus alumnos o estudiantes. A su vez, el verdadero dicente aprende a escuchar, reflexionar, meditar y a vencer su miedo al conocimiento y a la ciencia, venciendo también su terquedad y soberbia iniciales a través del discernimiento rebelde en resistencia pedagógica con respeto, para continuar y superar el legado del maestro al que nunca olvida porque forma parte de sí mismo o misma. Es un proceso este que dura toda la vida porque nunca dejamos de aprender, aunque seamos autónomos, maduros y autosuficientes o autoconscientes y autodeterminantes (selbstbewusst und mündig). De ese modo, se entabla la interacción docente como relación lógica para la vida centrada en el honor, la cortesía, la sensibilidad y el deber hacia el mundo.

Podemos resumir las anteriores reflexiones de dialogicidad relacional dialéctica en los siguientes tres pensamientos célebres:

1.- “Un buen maestro puede crear esperanza, encender la imaginación e inspirar amor por el aprendizaje y por los demás”, de Brad Henry.

2.- “El maestro deja una huella para la eternidad, nunca puedes saber cuando se detiene su influencia”, de Henry Adams.

3.- “¿Qué es una maestra? No es aquella que enseña algo, sino aquella que inspira al alumno a dar lo mejor de sí para descubrir un conocimiento que ya tiene dentro de su alma”, de Paulo Coelho.

En este sentido, podemos ampliar como sigue algunos principios de la Ética y Deontología del Educador, que Longino Becerra, ese genio de la literatura y la política hondureña y mundial, ya estableciera en su libro del mismo título:

1.- Esforzarse por dejar un buen recuerdo en la memoria de sus alumnos y estudiantes.

2.- No herir la autoestima de sus discípulos y respetarlos siempre.

3.- No entablar relaciones sexuales ni pedir favores sexuales a sus alumnos y estudiantes. Por eso los hombres promiscuos y las mujeres ninfómanas no pueden ser docentes.

4.- Usar métodos de evaluación democrática para que sus alumnos y estudiantes aprendan del examen no para aterrorizarlos y aplazarlos deliberadamente.

5.- Formar en y hacia valores comunes, inculcando el coraje de vivir los valores y principios para la vida cotidiana y profesional.

6.- Alertarles acerca del peligro de las drogas, los vicios y las adicciones, así como la importancia de aprender a decir no y de cuidarse a sí mismo/misma tanto en cuerpo como mente, alma, corazón y espíritu.

7.- Enseñar contenidos de pensamientos positivos y conocimientos para autorrealizarlos, es decir, enseñar Humanismo Pedagógico Relacional Dialógico.

8.- Enseñar la dialéctica histórica como y con calor humano al aproximación y acercamiento cultural que une y no divide a las personas.

9.- Enseñar desde el pensamiento crítico autoformándose y autorregulándose en este sentido. Por eso las tipas entrometidas que creen saberlo todo no pertenecen a la docencia, lo mismo que los tipos creídos con “cuello” que utilizan influencias corruptas y negativas.

Para enseñar, formar y educar se necesita y es preciso mucha humildad para aprender. Ello, porque implica, entre muchas cosas, desaprender uno mismo de uno mismo y dejar atrás conocimientos, emociones y pensamientos agresivos y violentos, retrógrados que nos impidan ver y reconocer, así como admitir que nos hemos equivocado o quedado rezagados y no marchamos lúcidamente hacia adelante. Es una condición sicológica especial, excepcional y singular.

La enseñanza es la más delicada de las profesiones porque toca la autoestima, el corazón, el espíritu, la mente, el cuerpo y el alma de los alumnos y estudiantes ya que el o la docente se encuentra en posición de poder y autoridad sobre los alumnos por lo que debe conducirlos y comprenderlos como entes en formación y crecimiento constante. El esfuerzo de y por enseñar debe sentirse y verse. No es para cualquiera.

La docencia no es para todos. Se precisa mucha vocación para llegar al alma de los alumnos y estudiantes y para comprenderlos amplia y democráticamente, sobre todo en estos tiempos tan difíciles que nos ponen de correr, a sudar y a socar, provocando mucho estrés en los maestros. Ello es así, porque los docentes están llamados a sentir y transmitir el espíritu de su tiempo. Tal como me dijera y pidiera mi padre, Longino Becerra: “Irmita, sé una mujer de tu tiempo y no seas sombra de nadie”.

En este sentido, los iracundos y agresivos, los machistas, los enojados, los que explotan fácilmente y carecen de paciencia, firmeza y cortesía, los pusilánimes y débiles de carácter, los profesores “chancleta”, no tienen nada que buscar en la docencia nacional o mundial.

El docente que va a pasar su luna de miel a Miami Beach desflorando una señorita para dejarla “encaminadita”, los sucios, los viciosos, los alcohólicos, los drogadictos, etc., no tienen nada que hacer en la docencia.

La historia y especialmente, la historia de la docencia y la educación nacional e internacional, no la escriben los protagonistas destructores machistas, negativos y corruptos, sino todos aquellos que creen y fortalecen la esperanza creadora de los mundos y del mundo.

De ese modo se entabla la interacción docente como relación dialógica en tanto compromiso de relacionalidad dialéctica. Por eso nos comprometemos medial, musical, pictórica, poética, escultural, apoteósica y pontificamente en una Escala Cósmica Inductivo-Deductiva Antifascista Ascendiente, de lo particular a lo general y de lo general a lo particular, a:

  1. Educar para la vida y la poesía de la vida.
  2. Educar para la verdad, su defensa y conformación responsable.
  3. Educar para los derechos, deberes humanos y educar para la seguridad educativa, personal, policial, civil, militar y ciudadana.
  4. Educar para el autorrespeto y el respeto mutuo.
  5. Educar para la inter y multiculturalidad y superar la politización y la polarización de la historia por sus peligros.
  6. Educar para vencer la corrupción, la injusticia y la impunidad.
  7. Educar para vencer los vicios y los malos hábitos, así como las adicciones.
  8. Educar para la paz mundial perpetua evitando para siempre los celos profesionales y en las relaciones interpersonales.
  9. Educar para la Humanidad y la vida terrena vista como una totalidad dialéctica entre vida cotidiana, profesional y de tiempo libre.
  10. Educar para un nuevo Humanismo y una nueva Ilustración de la Conciencia Planetaria y Cósmica en Red de vectores con dirección hacia filamentos que unen las galaxias.
  11. Educar para cuidar el medio ambiente y la naturaleza y para que se haga justicia a los asesinatos de los ambientalistas y ecologistas del mundo.
  12. Educar para que en política se logre el Gran Medio de la filosofía zen, y la izquierda aprenda de la derecha y la derecha de la izquierda, uniéndose en un lazo común.
  13. Educar para no calumniar, irrespetar o dañar la imagen de alguien, so pena de ir procesado a la cárcel.
  14. Educar para superar para siempre la terrible experiencia de las desapariciones forzadas, los asesinatos, las masacres y las desapariciones de civiles.
  15. Educar para edificar infraestructura, construir la justicia tributaria y la redistribución de la riqueza y para superar la pobreza tanto mental, anticultural como económica; y educar para facilitar el trabajo de los maestros que tienen que recorrer kilómetros para trabajar en una montaña o en lugares lejanos.
  16. Educaremos para que no se olviden jamás las tradiciones filosóficas de todos los pueblos y no se olvide nunca la filosofía como ciencia de resistencia personal e histórica.
  17. Educaremos para crear un gran puente internacional, de límites y posibilidades, que una a todas las culturas y las razas del mundo, fortaleciendo el patriotismo, la comunidad de la nación y las naciones y el sentido de la identidad nacional.
  18. Educaremos para que las mujeres no sean masoquistas y les enseñaremos a cantar “La Chancla” cuando sea necesario: “Que la chancla que yo tiro, no la vuelvo a levantar”.
  19. Educaremos para que todas las mujeres y las niñas y adolescentes se consideren siempre a sí mismas como lindas, bonitas, bellas, inteligentes y hermosas, no importando su raza, color o aspecto.
  20. Educaremos para que todas las personas y las culturas del mundo sean felices en Navidad y el resto del año.
  21. Educaremos para no vivir alejados de la sociedad.
  22. Educaremos para no dejarnos fascinar por la violencia y para no aburrirnos estando alertas y gozando al mismo tiempo.
  23. Educaremos para abandonar y dejar atrás las guerrillas de ultraizquierda y ultraderecha, realizando la revolución pacífica real antiimperialista e internacional.
  24. Educaremos para no dividir a las primas, separar a las mujeres o cometer feminicidios y abusos físicos, sicológicos o emocionales contra ellas.
  25. Educaremos para abrir no para cerrar los ojos al mundo y abrir al mundo, especialmente en la conducción vial del tránsito de los carros como buen tránsito por la vida.
  26. Educaremos para que se aclaren y juzguen los crímenes de guerra y de lesa humanidad, y no exista más la prostitución de hombres y mujeres.
  27. Educaremos para unir a las madres con sus hijas y atender las advertencias maternas hechas a mano y con amor, y para unir a los niños con sus padres o tutores por la última.

             ¡ALTA ES LA NOCHE Y MORAZÁN VIGILA!

(AÑO DEL 27 ANIVERSARIO DE MI TESIS DE DOCTORADO “LA UTOPÍA RELACIONAL DE KARL MANNHEIM DE PORTADA ACQUA AZUL”)

Solo la filosofía como el discurso de las ciencias y la ciencia del discurso relacional y dialógico nos defiende como personas y solo por eso es ella la que, imperecedera e imperativamente, logra culminar la historia universal teniendo como únicos protagonistas a los hombres claros, limpios y auténticos de Bien. El resto simplemente desaparece para siempre. Como dijo el camarada alemán y líder obrero y de la Resistencia Alemana contra el Fascismo, Ernst Thälmann: “Lo más preciado que tiene el hombre es su vida. Debe saber vivirla para que a la hora de su muerte pueda decir: “toda mi vida, toda mi fuerza, la dediqué a lo más hermoso de este mundo, la liberación de la Humanidad”. Como yo ya dije y escribí en 1992 en mi libro La América Encubierta (1992-1492): “La Mujer es Historia”.

El hombre corrupto, sucio, pendejo, patán, juco, descuidado, puto, cerrado, congelado e impúdico, que solo es apariencia y vive ciego, sordo y mudo como un toro a los reclamos y pedidos de sus congéneres, es ya, ¡Gracias a Dios! una especie extinta en el pluriverso. Envuelto en su falacia de autoridad, muere en asombro, miedo y conciencia, siendo un cachetón del puro y el güisqui, ahogado en su propia podredumbre tras el impacto de la foto relacional y dialógica al final de las laderas de unas colinas hondureñas. No tiene escapatoria. La selva es muy difícil con sus machetes latinos y el campo está minado nacional e internacionalmente. Va ya, sin huevos y paralizado dentro de esta buena sopa, caldo y olla de pollo, en caída libre con aceleración constante, tal como descubriera el físico italiano, Galileo Galilei hace ya tantos años. Ese tipo de hombre será sustituido para y por siempre por el HOMO FORMATOR, el hombre forjador, formador y formado, bonito, tierno, cariñoso, limpio, considerado, atento, sensible, inteligente y dulce con el que soñará y del que hablará mi alegre padre, Longino Becerra.

Mientras tanto, yo vivo muy feliz cantando descubierta en esta despedida dialéctica de la fuerza del destino: ¡All´alba VINCIRÓ!

“Thälmann, Thälmann, ante todos,

Hijo inmortal de Alemania,

Thälmann nunca cayó,

Voz y puño de la Nación”.

Tegucigalpa, Honduras, Centro América, viernes 15 de septiembre de 2023

¡BERLÍN Y ALEMANIA LIBRES SERÁN LA TUMBA DEL FASCISMO Y EL TERRORISMO MUNDIAL!

¡NO PASARÁN!

¡GUTE NACHT FREUNDE, ES IST ZEIT FÜR UNS ZU GEHEN!

Por Irma Becerra

Soy escritora e investigadora independiente hondureña. Me he doctorado en Filosofía con especializaciones en sociología del conocimiento y política social. He escrito once libros y numerosos ensayos sobre filosofía, sociología, educación, cultura y ética. Me interesa el libre debate y la discusión amplia, sincera y transparente. Pienso positivamente y construyo formación ciudadana para fortalecer la autoconciencia de las personas y su autoestima.