El fin de la historia y el último hombre

Los ultraizquierdistas salvadoreños siempre se han caracterizado por querer expandir su “guanaquería” por todo el mundo, por eso se inmiscuyeron junto a las venezolanas Iraima y Moraima Lima en nuestra labor de trabajo social en el IDA en 1983 y pusieron a gritar a la comunidad hondureña de El Tablón donde estábamos haciendo nuestro servicio social: “Somos guanacos, somos guanacos”. Entonces no comprendí el objetivo de ese teatro, pero luego me percaté de que Mario Jaén de la JCH y proveniente del grupo armado guerrillero salvadoreño, Bloque Popular Revolucionario, quien había dicho de mí que tengo “ojos melancólicos”, estaba detrás de esa acción teatral que no sabe nada de una obra de arte total.

Cuando regresamos del exilio en Cuba y Checoslovaquia más o menos en 1972, nos recibió el sociólogo ultraizquierdista, Pablo Carías, casado con una otorrino loga hondureña que estudió medicina en Cuba. Este señor calvo, años después y yo ya convertida en Licenciada en Filosofía por la Universidad Humboldt de Berlín, no quiso ayudarme con mi trámite de profesora auxiliar en el Departamento de Filosofía de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, aunque me prometió que el Sindicato de dicha Universidad, el SITRAUNAH, del cual él era presidente “estaba para ayudar y no para bloquear”. Tuve que esperar meses hasta recibir mi primer salario.

A nuestro regreso mi padre encontró trabajo en la UNAH, cuyo rector era en ese entonces era el ultraizquierdista maoísta liberal y presidente del Frente de Reforma Universitaria (FRU), el afamado Jorge Arturo Reina, cabecilla principal de esta conspiración contra mi padre y mi persona en años posteriores en Perstorp, Suecia. Pusieron a mi padre a fundar la imprenta de la UNAH donde hizo un trabajo excelente, y donde se encontró con la vaca sagrada, el poeta ultraizquierdista, Roberto Sosa, autor del libro, “Los pobres son muchos y por eso no es posible olvidarlos”. Mi padre lo despidió porque este personaje, ya fallecido, pasaba haraganeando en su puesto de trabajo y no entregaba los textos necesarios y urgentes para imprimirlos en el periódico de la Universidad. Entonces, Jorge Arturo Reina, ni corto ni perezoso, despidió a mi padre de la UNAH y con el dinero de las prestaciones que le dieron pudimos comprar la prima de nuestra casa en Residencial Las Colinas. Entonces fue cuando mi padre ingresó al Partido Comunista de Honduras, que estaba plagado por la alianza entre Jorge Arturo Reina y Rigoberto Padilla Rush, ambos ultraizquierdistas maoístas radicales, yaguales sin carácter patriótico del ultraizquierdista salvadoreño Schaffik Jorge Handal, secretario general del Partido Comunista de El Salvador y guerrillero maoísta.

De hecho, Handal es una de las familias árabe-palestina con más poder en Centro América. En Honduras tenemos, para el caso, a la ultraizquierdista, Juliette Handal, miembro de la Empresa Privada de Honduras (COHEP) y con la cual me ha sido imposible trabajar intelectualmente.

Jorge Arturo Reina estudió Derecho en la Universidad de El Salvador, donde bebió del virulento veneno de profesores maoístas que siempre han defendido la vía violenta de la historia y han despreciado a la filosofía. Este “comandante Arturo” y su hermano, el expresidente, ya fallecido, Carlos Roberto Reina, mantienen secuestrada a nuestra familia y a nuestro país en las garras del ultraizquierdismo y son los principales autores intelectuales de la persecución contra mi persona para intentar por todos los medios de que deje de escribir. ¡No pasarán!

Mi padre conoció en Cuba al poeta ultraizquierdista salvadoreño, Roque Dalton, a quien le aconsejó dedicarse a escribir en vez de enrolarse en la guerrilla. Pero Dalton no le hizo caso y escribió un poema titulado, “Los hongos alucinantes”, en donde llama a mi padre textualmente, “el fraile Longino Becerra”. El accionismo práctico radical y sin cultura y formación de Roque Dalton se refleja en su frase: “Poesía, perdóname por haberte hecho comprender que no estás hecha solo de palabras”.

Schaffik Jorge Handal, el principal responsable de la guerra civil en el Salvador, escribió un libro titulado “El camino de la ira y la esperanza”, en el que se establece que la esperanza debe pasar por la ira continua para poderse desenvolver. El Salvador no ha conocido filósofos verdaderamente ilustradores sino solamente virulentos campesinos, cobardes y mediocres. Uno de ellos, Matías Romero Coto, exsacerdote ya fallecido, escribió un libro titulado “La filosofía militar en tiempos de paz” en las que misiona, junto al ultraizquierdista Monseñor Oscar Arnulfo Romero, que “la verdad siempre será perseguida”. Como sabemos y por su trabajo encubierto a favor de la violencia visceral, Romero fue asesinado por los comandos militares de El Salvador.

El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional protagonizó una guerra civil donde murieron más de 70,000 personas y hubo centenares de desparecidos. A todo aquél que rechazaba la línea férrea de la lucha armada virulenta intentaban doblarlo, como le ocurrió a la exguerrillera y filósofa salvadoreña, Beatriz Nájera, a quien guerrilleros violaron en el frente por haberse opuesto a que violaran a un grupo de niñas vírgenes campesinas. Ocurrieron muchos serios abusos y violaciones de Derechos Humanos en este constructivismo marxista radical que solamente se dedica a medir fuerzas y que quiere, en la actualidad, expandirse en Honduras, con toda la serie de asesinatos, feminicidios y homicidios violentos que están ocurriendo en el país y que provienen de ex guerrilleros de El Salvador para sembrar la necesidad de la lucha armada en Honduras. Pero ¡jamás lo lograrán!

El FMLN llegó al poder por la vía política de las elecciones pasando a realizar una estrategia táctico militar coludida con el neoliberalismo, sin diferenciarse para nada de los políticos y las oligarquías familiaristas que ocupan la región en Centroamérica y cuyo ultraizquierdismo se extiende hasta Panamá y Costa Rica.

Luego, este grupúsculo se ha ido reduciendo, pero es porque ya no necesita ser partido porque de él ha surgido Nahib Bukele, de origen igualmente árabe palestino, para seguir con una política recalcitrante en complicidad con la ultraderecha, lo que demuestra que tanto la ultraizquierda como la ultraderecha son la misma cosa. No sería raro que haya nexos de estos políticos radicales con el grupo armado PLO u Organización para la Liberación de Palestina.

Frases de Bukele como la siguiente confirman que nunca ha dejado de ser un ultraizquierdista maoísta recalcitrante: “La verdad siempre se impone sobre las mentiras, porque es real, es más fácil sustentarla, es más fácil demostrar que es verdad”. A esto le respondemos que la verdad debe fundamentarse difícilmente de manera filosófica y categorial contundente, no es fácil porque requiere de mucho estudio y esfuerzo de reflexión y de evidencia documental e histórica. Como sostengo en mi libro filosófico, “Ética Política”, todos estos señores se basan en las tendencias sofistas que pregonan que la moral es cuestión de las preferencias individuales y no aceptan la existencia de valores y principios eternos, sino que ellos van a depender de la época, del lugar o de las circunstancias: la moral es relativa y puede variar de individuo a individuo”.

Mi padre escribió un libro de crítica a los hermanos Reina, titulado “Ética del Maestro” en el que escribió: “Claro, la desestimulación del espíritu y de la identidad nacionales en el modelo neoliberal de educación tiene una mira concreta: formar un hombre globalizado, es decir, un hombre que, olvidándose de sus raíces históricas, pasa a ser agente directo  de los procesos totalizadores establecidos por las potencias económicas y políticas de hoy para un mejor aprovechamiento de los mercados que reclama la alta productividad”. Estos agentes del ultraizquierdismo de la China totalitaria deben ser denunciados y neutralizados de forma total. No es casual que la presidenta hondureña de LIBRE, Xiomara Castro le haya abierto las puertas a China Popular para que ésta expanda sus tentáculos por Honduras, atropellando nuestra cultura, nuestra identidad histórica y nuestro espíritu. LIBRE es un partido agente del ultraizquierdismo maoísta neoliberal con garras a nivel internacional.

Por último, estas lanas ultraizquierdistas regados por todo Centro América han estado plagiando y haciendo negocios con nuestras ideas, poniéndolas al revés al servicio del oscurantismo más recalcitrante. Empresas y negocios como el restaurante, “Delicias del Carmen” de Comayagua, son constancia histórica de que se ha intentado denigrar el legado de mi padre, Longino Vidal Becerra Alvarado y mi persona. Por todo ello, dichos elementos merecen la muerte y ser borrados del mapa mundial porque jamás comprendieron que la violencia engendra más violencia.

 

Por Irma Becerra

Soy escritora e investigadora independiente hondureña. Me he doctorado en Filosofía con especializaciones en sociología del conocimiento y política social. He escrito once libros y numerosos ensayos sobre filosofía, sociología, educación, cultura y ética. Me interesa el libre debate y la discusión amplia, sincera y transparente. Pienso positivamente y construyo formación ciudadana para fortalecer la autoconciencia de las personas y su autoestima.

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